Injerto de yema en manzanos
¿Por qué plantar 40 árboles frutales diferentes cuando se puede cultivar un solo árbol que produzca 40 variedades distintas de fruta? En California existe un árbol frutal llamado “Árbol de las 40 frutas”, creado por Sam Van Aken. En una rama puedes encontrar una ciruela, en otra un albaricoque, en otra un melocotón, y así hasta contar 40 variedades distintas de frutas de hueso.
Pero, ¿cómo es posible? ¿Podría ser este árbol del Jardín del Edén? No, se trata del sencillo arte de injertar árboles frutales. En este artículo voy a explicar qué es el injerto y por qué funciona. Y compartiré 3 métodos utilizados habitualmente para injertar árboles frutales.
Entonces, ¿cómo se hace el injerto de frutales? Pues simplemente se cogen dos árboles y se fusionan en uno solo. La parte inferior se llama portainjerto y se utiliza para formar las raíces del árbol frutal. Esta parte controla la altura que alcanzará el árbol. La otra parte del injerto es la púa, que se utiliza para formar la parte fructífera del árbol. La púa es la parte superior del injerto, responsable de características como el tipo, el sabor y el color de la fruta.
¿En qué mes se realiza el injerto?
El injerto de yemas debe realizarse entre julio y septiembre. Así se deja tiempo suficiente para que el patrón cicatrice y entre en estado latente antes del crecimiento. ¿Qué es esto? Si realiza injertos de corteza o utiliza la técnica del látigo y la lengua, deberá completar el injerto entre finales de marzo y principios de junio.
¿Cómo puedo conseguir que mi injerto tenga éxito?
Para que un injerto o yema tenga éxito, la capa de células del cambium situada en ambas partes de la planta debe alinearse y crecer junta. Esta región del cambium se encuentra entre el xilema y el floema y es donde se produce todo el crecimiento de la nueva planta. El injerto incluye la gemación y suele realizarse en invierno o a principios de primavera con madera de injerto latente.
Cómo saber si un injerto ha cuajado
Para muchos amantes de la naturaleza, un viaje a través de los recuerdos les llevará a pasar grandes momentos bajo uno de los manzanos del abuelo. El manzano del abuelo no sólo atraía a los niños como las hormigas al azúcar, sino que también atraía a los ciervos y a otros animales salvajes para que disfrutaran del festín. No es ningún secreto que las manzanas en el suelo son un imán para los ciervos y, en particular, para los gamos hacia el final del verano y el otoño, cuando la mayor parte de la vegetación natural se está endureciendo. El poder de atracción general de un árbol con mástil lo convierte en una adición lógica al repertorio de opciones de alimentación para la fauna local de cualquier guardabosque. Si en sus planes figuran árboles frutales, puede crear los suyos propios por una fracción del precio mediante injerto.
El injerto de árboles es un procedimiento por el que se toma un trozo de un árbol existente (púa) y se une a un patrón receptivo para formar un nuevo árbol. Se podría denominar “cirugía de árboles”. Puede parecer complicado, pero en realidad es bastante sencillo y gratificante. Añadir árboles frutales injertados a su propiedad no tendrá un impacto inmediato, pero puede mejorar las opciones de alimentación de la fauna salvaje durante muchos años. Es importante saber qué árboles frutales prosperan en su zona del país. No espere que el proceso de injerto produzca frutas exóticas que normalmente no crecen en su zona. Los siguientes pasos pueden proporcionarle a usted, a su familia y a la fauna silvestre fruta para disfrutar durante generaciones.
Injertar melocotoneros
El injerto es la forma más común de propagar un árbol frutal. Se extrae del árbol madre una rama que reproducirá exactamente el fruto y se guarda en un lugar húmedo y fresco hasta la primavera. Es lo que se denomina madera de injerto.
Ambos aportan atributos al árbol. El portainjerto determina la altura, la resistencia a las enfermedades, los ángulos de ramificación y la velocidad a la que la nueva planta dará fruto. La púa dicta las características del fruto.
1. Tome esquejes de un nuevo crecimiento fuerte, idealmente del grosor y la longitud de un lápiz, envuélvalos con una toalla de papel húmeda, ciérrelos bien en una bolsa de plástico, etiquételos y guárdelos en el frigorífico. Esto mantiene la púa húmeda y en hibernación invernal.
3. A principios de septiembre, cuando la savia empiece a fluir por el patrón, corta y une los dos de forma que el cambium (la capa verde que hay justo debajo de la corteza) se toque lo más posible. A continuación, se unen con cinta adhesiva o tiras de film transparente y se deja que la unión cicatrice.
Hay muchas formas diferentes de hacer el corte, pero la que me parece más sencilla es la unión hendida. Utiliza un cuchillo bien afilado y no toques los bordes cortados. El objetivo es alinear la mayor parte posible de la capa de cambium, pero normalmente sólo se puede conseguir que coincida un lado.
Cómo injertar un peral
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El injerto y la unión de una parte de una planta con otra parte de la misma planta o de una planta distinta han sido practicados por el hombre desde hace miles de años. Este trabajo puede ser muy divertido y gratificante y ofrece una visión del mundo mágico de las plantas.
El invierno pasado recibimos una llamada de un hombre del noreste de Portland que tenía un viejo peral en su patio trasero que se estaba cayendo. El peral había sido propagado por sus antepasados en Macedonia: su padre había traído esquejes 50 años atrás, el vivero Marbott los había injertado en roten en aquella época y él había plantado uno de los árboles resultantes. El año pasado el árbol empezó a caerse y le preocupaba perder esta parte de su herencia. Con nuestra ayuda, pudimos tomar esquejes de su peral hereditario y crear 5 árboles nuevos para que pudiera replantarlos y pasar uno a su hijo.