Nitrato reductasa
En 1913, Fritz Haber y Carl Bosch desarrollaron el proceso Haber-Bosch para industrializar la producción de amoníaco, que, además de su terrible uso en el desarrollo de explosivos durante la Primera Guerra Mundial, también se utilizó para sintetizar fertilizantes nitrogenados para la fertilización agrícola. Para algunos, el uso masivo de fertilizantes nitrogenados habrá salvado a la humanidad de la hambruna tras la guerra. Para otros, estos abonos han degradado por el contrario los suelos agrícolas mineralizando el humus y perturbando y desequilibrando la vida del suelo.
Está claro que hoy en día, el tema de la fertilización nitrogenada sigue siendo de actualidad. Entre la eficacia de la utilización del nitrógeno por las plantas, que puede mejorarse aún más, las pérdidas de nitrógeno en el sistema (lixiviación, volatilización…) y las emisiones de óxido nitroso, que contribuyen gravemente al cambio climático, la gestión del nitrógeno nunca ha sido tan importante.
Las herramientas digitales se presentan, entre otras, como una de las soluciones para apoyar el razonamiento de la fertilización nitrogenada en la agricultura, y esta es quizás una de las aplicaciones más históricas de estas tecnologías. Las tecnologías, los métodos y los enfoques han evolucionado significativamente desde sus inicios y han propiciado avances en el razonamiento del nitrógeno, de eso no cabe duda, pero este ecosistema digital sigue siendo bastante confuso para cualquiera que lo analice. Las herramientas propuestas son bastante desiguales en términos de calidad, no están auditadas y los modelos y enfoques subyacentes no siempre son transparentes. Aunque no podemos meter todo el ecosistema en el mismo saco, hay que admitir que aún queda mucho trabajo por hacer en términos de explicación, divulgación y síntesis.
¿Qué plantas asimilan el nitrógeno?
Estos elementos minerales son absorbidos de forma natural por las raíces de las plantas. Por regla general, los cultivos absorben el nitrógeno en forma de nitrato cuando está disponible. Posteriormente, lo transfieren a las hojas, donde tiene lugar la reducción enzimática a amonio en presencia de nitrato reductasa.
¿Asimilan las plantas los nitritos?
Aunque el nitrito no es directamente utilizable por plantas y animales, otras bacterias pueden transformar los nitritos en nitratos, una forma que sí es utilizable por plantas y animales.
Ciclo del nitrógeno
Además de lo que es esencial para la fotosíntesis, es decir, dióxido de carbono, agua y luz solar, las vides también necesitan una serie de nutrientes para crecer, sobrevivir y prosperar. Estos nutrientes se dividen en dos grupos en función de la escala de necesidades, macro y micronutrientes, siendo los primeros los que se necesitan en mayores cantidades. El nitrógeno es el macronutriente derivado del suelo más abundante en la vid. Desempeña un papel fundamental en todos los procesos de crecimiento y desarrollo. Desempeña un papel importante en todos los procesos y una cantidad significativa de nitrógeno es esencial para el crecimiento normal de la vid. En viticultura, una carencia de nitrógeno puede afectar a funciones metabólicas clave y retrasar el desarrollo de los sarmientos y la formación de racimos. En la vinificación, la escasez de nitrógeno asimilable por las levaduras puede dar lugar a fermentaciones problemáticas. En este artículo analizaré el nitrógeno en viticultura, desde el suelo hasta la botella.
El nitrógeno (N) constituye alrededor de cuatro quintas partes de la atmósfera terrestre y es abundante en la corteza terrestre, en torno a 0,3 partes por 1.000. El nitrógeno constituye una media de alrededor del 16% de la atmósfera terrestre. El nitrógeno constituye por término medio alrededor del 16% en peso de los compuestos orgánicos complejos conocidos como proteínas, presentes en todos los organismos vivos.
¿Cómo asimilan el nitrógeno los animales?
Esta revisión aborda el papel del nitrógeno (N) en el equilibrio de la vid y la composición de la uva. Ofrece un enfoque integrador de la gestión de la nutrición de la vid con N. Teniendo en cuenta que el exceso de N es tan perjudicial para la calidad del vino como el agotamiento de N, el control del estado de N de la vid y, en última instancia, de la composición de N del mosto, es crítico para la producción de uva de alta calidad. La fertilización con N se ha utilizado de forma intensiva en el último siglo, a pesar de que las plantas sólo absorben entre el 30 y el 40 % del N aplicado. Adaptando el material vegetal, la gestión del suelo y el equilibrio de la vid a las condiciones ambientales, sería posible que los viticultores mejoraran la eficiencia de uso del N por parte de las plantas y minimizaran los aportes de N en el viñedo. La gestión del N en el viñedo es un ejercicio complejo que implica la búsqueda de un equilibrio entre el control del vigor, la optimización de la composición de la uva, la regulación de los costes de producción y la limitación de la contaminación. En la primera parte de esta revisión se describe el metabolismo del N en la vid, desde la absorción del N por la raíz hasta el desarrollo de la vid y la maduración de la uva, pasando por la formación de los compuestos aromáticos de la uva. Se abordan las ventajas y los límites de los métodos disponibles para medir el estado del N en la planta. La segunda parte se centra en los parámetros que influyen en el metabolismo del N de la vid, distinguiendo los efectos de los factores ambientales de los de las prácticas de gestión del viñedo. También se identifican las áreas en las que se debe seguir investigando.
¿Qué forma de nitrógeno se libera durante la descomposición?
El nitrógeno es esencial para la vida en la Tierra. Sin embargo, aunque el 78% de la atmósfera terrestre está formado por nitrógeno gaseoso, este abundante suministro es inútil para la mayoría de los organismos vivos, ya que no puede asimilarse en esta forma.
El nitrógeno desempeña un papel crucial tanto en el rendimiento como en la calidad de la producción agrícola. Es uno de los principales componentes de los aminoácidos, las proteínas y los ácidos nucleicos esenciales para el crecimiento y el desarrollo de los cultivos.
Este pigmento, que se encuentra en los cloroplastos de las células vegetales, es el que da a las plantas su color verde. Además, la clorofila desempeña un papel crucial en la fotosíntesis al interceptar la energía luminosa, que luego se transforma en energía química.
A excepción de las plantas de la familia de las leguminosas (guisantes, judías, soja) que tienen la capacidad de fijar el gas nitrógeno atmosférico (N2) gracias a la simbiosis con bacterias del género Rhizobium, la mayoría de las plantas cultivadas asimilan el nitrógeno mineral. Así pues, se alimentan de amonio (NH4+) y nitratos (NO3-) disponibles en el suelo. Estos elementos minerales son absorbidos de forma natural por las raíces de las plantas.