Leche vegetal de araña
Recuerdo cuando visitaba a mis tíos Pam y Bernie de niño y les veía guardar restos de comida, leche, huevos y otros productos compostables. Luego hacíamos una divertida excursión a su patio trasero y esparcíamos los artículos compostables en su zona ajardinada. Mi favorito era tirar las cáscaras de huevo y luego pisarlas para oírlas crujir aún más. También recuerdo verter leche entera caducada de un cartón – PERO – nunca me pregunté, “¿por qué leche?” hasta ahora.
Aunque utilizar la leche como fertilizante es un poco más complicado que simplemente rociar tu jardín con un cartón de leche fresca, ¡es una forma estupenda de mantener tus plantas sanas y hermosas! Así que hablemos de los beneficios de fertilizar con leche y del proceso que debes seguir para sacar el máximo partido a este truco de jardinería.
Lo creas o no, la leche se ha utilizado como fertilizante durante siglos. Todas las razones por las que la leche es saludable para los seres humanos también son buenas para las plantas. El calcio evita que las plantas se marchiten, la vitamina B es esencial para su crecimiento y otras proteínas de la leche evitan que las plantas desarrollen infecciones.
¿Puedo dar leche a mis plantas?
Por extraño que parezca, se pueden regar las plantas con leche. Aunque no puedas bebértela, es un fertilizante estupendo. Según Gardening Know How, la leche caducada está cargada de calcio, proteínas, vitaminas y azúcares que pueden ayudar a dar a tus plantas un impulso adicional y ayudarlas a crecer grandes y fuertes.
¿Qué ocurre si riegas una planta con leche?
¿Se puede dar leche a las plantas? Aplicar una mezcla diluida de leche y agua sobre el follaje o directamente alrededor de las raíces puede mejorar la salud de las plantas y favorecer su crecimiento. Esto se debe a que la leche actúa como un fertilizante que aporta calcio, vitaminas y proteínas adicionales necesarias para un crecimiento sano.
Kéfir de leche para plantas
Casi todas las proteínas son fácilmente degradables y constituyen una fuente de nitrógeno para los cultivos. De hecho, se puede suponer que el 100% de los nutrientes de la leche estarán disponibles para las plantas durante la temporada de cultivo inmediatamente posterior a su aplicación. He aquí una rápida comparación del valor nutritivo de la leche y el estiércol lácteo.
Si no se ha aplicado ningún fertilizante o estiércol, la leche puede utilizarse para cubrir las necesidades primarias de nitrógeno del cultivo como fertilizante previo a la siembra. Los escenarios nº 1, nº 2 y nº 3 ilustran ejemplos de aplicación de leche a campos de maíz que no han recibido fertilizantes o estiércol aplicados en otoño o primavera. Entre 3.000 y 4.000 galones de leche deberían satisfacer las necesidades de nitrógeno de estos cultivos. La aplicación resultante de 78 a 104 lbs de P2O5/acre debería exceder sólo ligeramente la remoción de fósforo del cultivo de maíz (75 a 90 lbs de P2O5/acre).
Si se ha aplicado una tasa base de fertilizante nitrogenado, la leche sólo debe utilizarse para compensar el fertilizante planificado utilizado en la siembra o post- siembra. El escenario 4 sugiere que se han aplicado 100 lbs N/acre antes de la plantación y que sólo deben aplicarse 1.100 galones para compensar las 51 lbs N/acre previstas originalmente en la plantación o después de ella.
Leche cuajada para plantas
¿Conoces la magia de la leche y la melaza para mejorar tu jardín? Sí, la leche normal y corriente de cualquier tipo -entera, al 2%, cruda, en polvo, desnatada o descremada- es un milagro en el jardín para las plantas, la tierra y el abono. La melaza aumenta sus beneficios. Veamos cómo y por qué funcionan.
Si lo miramos bien, todo empieza a tener sentido. Los aminoácidos, proteínas, enzimas y azúcares naturales que hacen de la leche un alimento para humanos y animales son los mismos ingredientes que nutren comunidades sanas de microbios, hongos y bacterias beneficiosas en el compost y la tierra del jardín.
La leche cruda es la mejor, ya que no ha sido expuesta al calor que altera los componentes de la leche que proporcionan un alimento perfecto para el suelo y las plantas, pero cualquier leche proporcionará nutrición y beneficios. El uso de la leche en cultivos y suelos es otra técnica antigua que se ha perdido con la agricultura industrial moderna a gran escala.
La leche es un fungicida de eficacia probada y un insecticida de cuerpo blando: los insectos no tienen páncreas para digerir los azúcares de la leche. El Dr. Wagner Bettiol, investigador científico brasileño, descubrió que la leche era eficaz en el tratamiento del oídio del calabacín. Su investigación fue reproducida posteriormente por los cultivadores de melón de Nueva Zelanda, que la compararon con el principal fungicida químico disponible en el mercado y descubrieron que la leche superaba a todo lo demás. Para su sorpresa, también descubrieron que la leche funcionaba como fertilizante foliar, produciendo melones más grandes y sabrosos que el grupo de control.
¿La leche ayuda a las plantas a crecer más rápido que el agua?
La leche hace bien al cuerpo. ¿Sabías que también puede ser buena para el jardín? El uso de la leche como fertilizante ha sido un antiguo remedio en el jardín durante muchas generaciones. Además de ayudar al crecimiento de las plantas, alimentarlas con leche también puede aliviar muchos problemas del jardín, desde las carencias de calcio hasta los virus y el oídio. Averigüemos cómo aprovechar los componentes fertilizantes beneficiosos de la leche.
La leche es una buena fuente de calcio, no sólo para los seres humanos, sino también para las plantas. La leche de vaca cruda, o no pasteurizada, tiene algunas de las mismas propiedades nutritivas para las plantas que para los animales y las personas. Contiene proteínas beneficiosas, vitamina B y azúcares que son buenos para las plantas, mejorando su salud general y el rendimiento de los cultivos. Los microbios que se alimentan de los componentes fertilizantes de la leche también son beneficiosos para el suelo.
Al igual que nosotros, las plantas utilizan el calcio para crecer. La falta de calcio se manifiesta cuando las plantas parecen atrofiadas y no crecen con todo su potencial. La podredumbre de la flor, frecuente en calabazas, tomates y pimientos, se debe a una carencia de calcio. Alimentar las plantas con leche garantiza que reciban suficiente humedad y calcio.