Cómo tratar las enfermedades de los olivos 1.
OlivoEl olivo tiene una hoja que soporta muy bien el abonado foliar. Cuando el olivo lo recibe, responde bien a sus aportes de nitrógeno, potasio y microelementos. El abonado foliar para olivos se puede administrar aprovechando el tratamiento de productos fitosanitarios, respetando siempre tanto las dosis como el plazo de seguridad.
La absorción de nutrientes por parte del olivo se ve favorecida si la temperatura es suave y si la humedad ambiental es alta. Además, el olivo debe tener una proporción importante de hojas jóvenes. Por tanto, el momento ideal para el abonado foliar del olivo es la primavera, entre los meses de abril y julio.
Cuando se suministra el abono foliar al olivo, hay que tener en cuenta que su función es acompañar a la fertilización de las raíces, no sustituirla. Se trata de aplicaciones complementarias a las realizadas vía suelo o fertirrigación y deben tenerse en cuenta para que no se produzcan duplicidades. Una correcta aplicación del abono foliar en el olivo asegura resultados positivos rápidamente.
¿Con qué rocían los olivos?
Dilución por pulverización con NAA. El regulador sintético del crecimiento de las plantas, el ácido naftaleno acético (NAA), se utiliza para el aclareo eficaz de los frutos. Se absorbe en las hojas y los frutos y luego se transloca a los tallos de los frutos, donde se forma una capa de abscisión en las dos semanas siguientes a la aplicación, provocando la caída de parte de los frutos.
¿Cómo se trata a los olivos?
El cuidado de los olivos
Los olivos toleran bien la sequía, pero hay que mantenerlos bien regados, ya que los periodos de sequía a principios de primavera pueden afectar a la floración y la fructificación. También hay que alimentarlos regularmente con un pienso líquido cada dos semanas durante el periodo vegetativo.
¿Es buena la sal de Epsom para los olivos?
La sal de Epsom y el guano, o las algas marinas y la sal de Epsom, fortalecerán tu Olivo durante todo el año. Más en potasio, fósforo y magnesio, enriquece el suelo y favorece el crecimiento de los árboles.
Cómo abonar los olivos
Los tratamientos para los olivos después del invierno están ampliamente reconocidos para prevenir enfermedades y obtener una cosecha homogénea cada temporada, olvidando así la temida alternancia de la producción. Los tratamientos preparatorios se aplican en una fase temprana y tienen como objetivo adaptar el olivo para conseguir una buena floración.
Aunque depende del clima y de las variedades, hacia finales de marzo ya han empezado a aparecer los botones florales. En esta segunda fase, las yemas se van engrosando progresivamente hasta que comienza a observarse la generación del botón floral. A partir de entonces, la planta continuará su desarrollo con la formación del racimo.
En este punto, los tratamientos para olivos después del invierno recomiendan el uso de productos como Kynetic4. Su uso permite potenciar la floración del cultivo, un paso esencial para asegurar la cosecha del año siguiente. Kynetic4 produce una estimulación energética en los momentos de mayor demanda del cultivo. Su aplicación contribuye a obtener una mejor floración y el siguiente cuajado.
En esta fase de la cosecha, es totalmente necesario prestar atención a la posible aparición de enfermedades fúngicas como el repilo. Los tratamientos para los olivos después del invierno también incluyen la aplicación de productos preventivos a base de cobre. El cobre colocado en la hoja crea una barrera protectora que impide que la espora germine cuando aparece.
Descubra qué cultivar en su jardín en mayo.
Vamos a ver algunos de los organismos de origen animal que causan daños al olivo con cierta frecuencia. Son innumerables los agentes que ocasionalmente son capaces de constituir una plaga en nuestros olivares, aunque la mayoría de las veces no lo hacen, pero constituyen la fuente de alimentación de innumerables insectos auxiliares que son nuestros aliados en la lucha contra las plagas.
La primera generación (filófaga) se alimenta de las hojas y brotes, actuando principalmente como minadora. Los daños de esta generación sólo son preocupantes en olivares jóvenes, ya que dañan los brotes principales, ralentizando el crecimiento.
La segunda generación se alimenta de las flores, por lo que puede influir en el número final de frutos cuajados. Sin embargo, el olivo produce muchas más flores de las que puede convertir en frutos maduros, por lo que los daños reales de la generación antófaga son muy relativos y rara vez tienen importancia económica.
La generación carpófaga se alimenta de la semilla del olivo. La polilla pone el huevo en el cáliz del fruto cuando está recién cuajado, y cuando nace la larva penetra en el hueso. Pasa todo el verano alimentándose de la almendra, para emerger tras la metamorfosis como adulto en septiembre, derribando la aceituna al salir.
Injertos de olivo
Como sabéis, la sostenibilidad es esencial y parte importante de nuestra filosofía, por ello trabajamos con Agricultura de Precisión, lo que nos permite conocer el estado de cada uno de nuestros olivos y sus requerimientos de forma periódica.
De esta forma, conocemos sus necesidades reales y diarias de hidratación, no sólo en el momento de la recolección, sino también a lo largo de todo el año. Gracias a nuestro sistema de riego por goteo, y con nuestros expertos químicos y agrónomos, regamos exclusivamente en las cantidades necesarias, sin desperdiciar ni una gota de este recurso escaso.
Para nosotros, es muy importante conocer el estado de cada olivo, para poder producir un Aceite de Oliva Virgen Extra de la máxima calidad de forma sostenible, por ello, la optimización de nuestros recursos es fundamental. Hace unos años implantamos estaciones de control medioambiental en nuestros olivares. Estas estaciones evalúan:
Todos estos controles nos permiten conocer al detalle varios factores importantes. Por ejemplo, la situación fisiológica de los olivos en nuestros diferentes Pagos, o también, cuando pueden ser necesarios tratamientos fitosanitarios y de fertilización sostenibles y naturales.