Qué es un injerto en cirugía cardíaca
El injerto óseo es un procedimiento quirúrgico que utiliza hueso trasplantado para reparar y reconstruir huesos enfermos o dañados. Un injerto óseo es una opción para reparar huesos en casi cualquier parte del cuerpo. El cirujano puede tomar hueso de la cadera, las piernas o las costillas para realizar el injerto. A veces, los cirujanos también utilizan tejido óseo donado de cadáveres para realizar injertos óseos.
La mayor parte de su esqueleto está formada por matriz ósea. Es el material duro que ayuda a dar resistencia a los huesos. Dentro de la matriz hay células óseas vivas. Éstas forman y mantienen la matriz. Las células de esta matriz pueden ayudar a reparar y curar el hueso cuando sea necesario.
Cuando te rompes un hueso, comienza el proceso de curación. Siempre que la rotura del hueso no sea demasiado grande, las células óseas pueden repararla. A veces, sin embargo, una fractura provoca una gran pérdida de hueso, como cuando se desprende un gran trozo de hueso. En estos casos, es posible que el hueso no se cure completamente sin un injerto óseo.
Los cirujanos suelen realizar injertos óseos como parte de algún otro procedimiento médico. Por ejemplo, si tiene una fractura grave en el fémur, el médico puede realizar un injerto óseo como parte de otras reparaciones necesarias en el hueso. El médico puede hacerle una incisión en la cadera para extraer un pequeño trozo de hueso y utilizarlo para realizar el injerto.
¿Para qué sirve un injerto?
Un injerto de piel consiste en extraer piel sana de una zona no afectada del cuerpo y utilizarla para cubrir la piel perdida o dañada. Pueden utilizarse en fracturas óseas que rompen la piel (fracturas abiertas), heridas grandes o cuando se extirpa quirúrgicamente una zona de la piel, por ejemplo, debido a un cáncer o a quemaduras.
¿Qué es un injerto utilizado en cirugía?
Un injerto de piel es un trozo de piel que se extrae mediante cirugía de una zona del cuerpo y se trasplanta, o fija, a otra zona. La piel es el órgano más grande del cuerpo.
Tipos de injertos cutáneos
Sólo los autoinjertos se consideran permanentes. El resto, ya sea por su composición (degradables por el huésped) o por su origen (rechazados por la respuesta inmunitaria del huésped), sólo proporcionan una cobertura temporal durante unas semanas.
Volviendo al título de este post, ¿qué tipo de injerto elegir? Depende de la herida. Como hemos visto en el post anterior, para considerar que una herida está preparada para un injerto cutáneo, debe cumplir ciertos requisitos, como un tejido de granulación adecuado. Sin embargo, es necesario tener en cuenta otros factores que influirán en el resultado de la intervención, como la localización de la herida, la extensión, la patología subyacente y las necesidades o comorbilidades del paciente.
Se obtiene con un dermatomo y debe realizarse en quirófano. La principal ventaja de utilizar un injerto con mallas es que se puede ahorrar tejido de la zona donante (puede ampliar varias veces su tamaño). El interés de este mallado se basa en el principio del crecimiento continuo de los queratinocitos, que acaban rellenando los espacios libres. Por otra parte, esta falta de continuidad permite que el líquido drene a través de los orificios del injerto, lo que evita la formación de hematomas o seromas.
Qué es un injerto en cirugía
Esta intervención suele realizarse bajo anestesia general. La piel sana se extrae de un lugar del cuerpo denominado zona donante. A la mayoría de las personas que se someten a un injerto de piel se les realiza un injerto de piel de grosor parcial. Se toman las dos capas superiores de piel de la zona donante (la epidermis) y la capa que se encuentra debajo de la epidermis (la dermis). En la mayoría de los casos, se trata de una zona oculta por la ropa, como las nalgas o la cara interna del muslo. El injerto se extiende con cuidado sobre la zona desnuda en la que se va a trasplantar y se mantiene en su sitio mediante una suave presión ejercida por un apósito bien acolchado que lo cubre, o bien mediante grapas o unos pequeños puntos de sutura. La zona donante se cubre con un apósito estéril durante 3 a 5 días. Para ello se necesita todo el grosor de la piel de la zona donante, no sólo las dos capas superiores. Las zonas donantes habituales de injertos de piel de grosor completo son la pared torácica, el cuello, la espalda o la pared abdominal.
Cuáles son las etapas de la cicatrización de un injerto cutáneo
Una quemadura de primer grado o superficial se cura de forma natural porque el organismo es capaz de reemplazar las células cutáneas dañadas. Las quemaduras profundas de segundo grado y de espesor total requieren cirugía de injerto cutáneo para una curación rápida y una cicatrización mínima. En el caso de quemaduras de gran tamaño, los pacientes necesitarán más de una operación durante su estancia en el hospital.
Para ayudar a que el injerto cicatrice y se fije, la zona del injerto no se mueve durante los cinco días siguientes a cada intervención. Durante este periodo de inmovilización, los vasos sanguíneos empiezan a crecer desde el tejido inferior hacia la piel donante, uniendo las dos capas. Cinco días después del injerto, se reanudan los programas de terapia de ejercicio, los baños en bañera y otras actividades cotidianas normales.
El aloinjerto, piel de cadáver u homoinjerto es piel humana de cadáver donada para uso médico. La piel de cadáver se utiliza como cobertura temporal de superficies de heridas extirpadas (limpiadas) antes de la colocación del autoinjerto (permanente). La piel de cadáver se coloca sobre la herida extirpada y se grapa en su lugar. Tras la intervención, la piel de cadáver puede cubrirse con un apósito. Este recubrimiento temporal se retira antes del autoinjerto permanente.