Propiedades de la caléndula
La caléndula es conocida desde hace mucho tiempo por sus múltiples beneficios para la jardinería, la cocina y la medicina. Es una planta que lo puede todo: los pétalos de colores brillantes de la caléndula la convierten en una llamativa adición al jardín y sus propiedades curativas la hacen imprescindible en el botiquín de primeros auxilios.
La caléndula officinalis -también conocida como “caléndula de maceta”- es una planta de la familia de las asteráceas. Es originaria de la región mediterránea de Europa, aunque actualmente se puede encontrar en todo el mundo. Las plantas de caléndula destacan por sus pétalos brillantes, normalmente amarillos o anaranjados, y crecen entre 1 y 2 pies de altura. Sus pétalos estrechos tienen forma de rayos de sol. Además de ser un utensilio culinario, la caléndula es más conocida por sus usos medicinales.
La flor se utiliza mucho como planta medicinal cuyas propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias la convierten en un potente ingrediente para la curación. Además de utilizar los pétalos enteros, las flores de caléndula pueden molerse en polvo o hacerse en aceites, cremas y ungüentos. La FDA ha aprobado el uso de la caléndula como especia y como ingrediente en cosméticos, jabones y champús, cremas corporales y tratamiento de heridas, tanto por vía interna como tópica.
¿Cuáles son los beneficios de la caléndula en el jardín?
Las flores de caléndula pueden cosecharse y utilizarse como hierba medicinal, y a mí me gusta cortar pétalos en infusiones y ensaladas para darles color y un toque nutritivo. Además, la presencia de caléndulas en el jardín puede ayudar a repeler plagas de insectos, y las raíces de caléndula benefician al suelo al formar relaciones activas con los hongos del suelo.
¿Para qué sirve la caléndula?
Todo esto para decir que es una excelente planta de compañía. La caléndula puede ayudar a evitar que los escarabajos ataquen a los espárragos y repeler a los gusanos del tomate, además de atraer a los pulgones para que no se alimenten de tus judías. Aquí reside la clave para que esta planta sea una buena elección como cultivo trampa.
Originaria del Mediterráneo, la caléndula es una planta que se utiliza con fines medicinales desde hace siglos. Es una planta bonita para cultivar en el jardín, pero también hay un montón de usos de la caléndula que podrías probar. Haz que tu jardín trabaje para ti con estos consejos sobre qué hacer con la caléndula.
También conocida como caléndula de maceta, la caléndula es una flor bonita y brillante que alegra los arriates del jardín. Pero ¿sabías que también es una planta medicinal? Siempre debes hablar con tu médico antes de probar cualquier tipo de hierba o suplemento, pero si la caléndula es segura para ti, hay algunos fines medicinales para los que puede servir:
El uso medicinal de las flores de caléndula suele implicar la preparación de aplicaciones tópicas. La mayoría de los remedios utilizan flores secas, así que cosecha tus flores de caléndula y dales tiempo para que se sequen. Algunas de las cosas que puedes hacer con esas flores secas para promover la salud de la piel incluyen:
También puedes utilizar las flores secas de la caléndula para preparar un sencillo té que reduce la inflamación y favorece la curación de infecciones y dolores de garganta. Sólo tienes que remojar un cuarto de taza (60 ml) de pétalos secos en una taza (240 ml) de agua hirviendo y colar.
Flor de caléndula
La mayoría de los jardineros cultivan caléndulas (Calendula officinalis) por sus brillantes flores de verano de color naranja a amarillo, pero las caléndulas son mucho más que una cara bonita en un huerto ecológico. Las flores de la caléndula pueden cosecharse y utilizarse como hierba medicinal, y a mí me gusta cortar pétalos en infusiones y ensaladas para añadirles color y nutrientes. Además, la presencia de caléndulas en el huerto puede ayudar a repeler plagas de insectos, y las raíces de caléndula benefician al suelo al formar relaciones activas con los hongos del suelo. Lo mejor de todo es que puedo conseguir que las caléndulas vuelvan año tras año esparciendo las cabezas de las semillas donde quiero que crezca la siguiente cosecha de flores. Las caléndulas crecen tan vigorosamente en mi jardín que a menudo las he utilizado como cultivo de cobertura otoñal que el frío del invierno mata convenientemente. Donde los inviernos son suaves, las plantas suelen sobrevivir para florecer en primavera.
Las flores de caléndula tienen una larga historia de uso como fuente de compuestos naturales que ayudan a curar la piel lesionada. Los abundantes antioxidantes de los pétalos de caléndula ayudan a curar heridas de la piel, erupciones y quemaduras al aumentar el flujo sanguíneo a la zona afectada y suprimir al mismo tiempo las infecciones secundarias. La caléndula es un ingrediente activo en varias cremas para pañales de bebés, y a menudo la encontrará en lociones naturales para manos y cremas de primeros auxilios.
Usos de las hojas de caléndula
Los pétalos de caléndula son ricos en unos compuestos naturales llamados flavonoides. A estos compuestos se les atribuyen efectos antiinflamatorios, antitrombogénicos, antidiabéticos, anticancerígenos y neuroprotectores.
La caléndula pertenece a la familia de plantas Asteraceae/Compositae, del orden Asterales. La parte medicinal de la planta Calendula Officinalis es una hermosa flor de color naranja y amarillo intenso.
La caléndula es una planta anual fácil de cultivar en suelos medios, moderadamente fértiles y bien drenados que reciban plena luz solar. Puede plantarse en parterres, arriates, huertos familiares, jardines de esquejes, macetas o contenedores.
El aceite de caléndula se obtiene mediante la infusión de las flores en aceites portadores como el de oliva o el de coco. El aceite puede usarse solo o como ingrediente de ungüentos, bálsamos, cremas o lociones. También se puede preparar en tintura, infusión o cápsula.