La fruta del madroño
El madroño es un árbol que florece en primavera y da fruto en verano. La floración suele ocurrir en abril o mayo, y las bayas maduran entre julio y agosto. El madroño es un árbol autóctono de Europa y Asia occidental, y su fruto es una baya roja con un sabor agridulce. Es comúnmente utilizado para hacer mermeladas y jaleas, y también se utiliza en la elaboración de bebidas alcohólicas. El madroño también es conocido por su hermoso follaje y su resistencia al frío, lo que lo hace una excelente opción para jardines de climas templados. Es importante mencionar que algunas variedades de madroño son dioicas, es decir solo producen flores macho o hembras, por lo que es necesario tener plantas macho y hembra para obtener frutos.
¿Se puede comer la fruta del madroño?
Los frutos del madroño pueden comerse frescos o conservarse en mermeladas, licores y jarabes. La mermelada es excelente para rellenar tartas integrales preparadas y la fruta entera da un toque extra a pasteles, galletas y bollos dulces.
¿Cuándo se debe podar un madroño?
En primavera es cuando se podan los madroños. Evite podar en otoño, porque estaría podando las magníficas bayas que se forman y permanecen en el árbol durante el invierno.
Fruto venenoso del madroño
Excepto por sus frutos de color rojo brillante y sus nombres comunes similares, el madroño (Arbutus unedo) y la fresa (Fragaria spp.) no tienen nada en común. Este árbol es apreciado como planta ornamental de hoja ancha perenne para jardines y tiene una larga historia de aprecio en las culturas occidentales.
El nombre de la especie “unedo” se atribuye a Plinio el Viejo, que dijo del fruto “Unum Tantum Edo” (latín), que significa “sólo como uno”. Esto se ha interpretado como “no es tan buena” o “es tan buena que sólo necesitas una”. En honor a la descripción de Plinio, Carl Linnaeus le otorgó la clasificación botánica de Arbutus unedo en su primer volumen de “Species Plantarum” (1753).
El madroño aparece en varios relatos históricos de la cultura occidental. Los antiguos griegos apreciaban su madera para fabricar flautas. Plinio el Viejo y Ovidio lo mencionan en la cultura romana. En Italia, el poeta Giovanni Pascoli describe el árbol como símbolo de la bandera italiana porque ambos llevan los colores verde, rojo y blanco. Su fruto ocupa un lugar central en el cuadro de El Bosco “El jardín de las delicias”. En el escudo de España figura el madroño y un oso (“El Oso y el Madroño”). En Irlanda hay una antigua balada folclórica “Mi amor es un madroño”. Las pruebas del polen del árbol conservado en ciénagas sugieren que el árbol se introdujo en Irlanda en forma de semillas hace unos 4000 años, durante la inmigración generalizada de la cultura Beaker en Europa.
Pros y contras del madroño
La primera investigación local de estos arbustos con sus frutos parecidos a las fresas había llevado a una pequeña confusión, pero la investigación posterior a través de Internet llevó a la aclaración, ya que los frutos de aproximadamente 2 a 3 centímetros de floración invernal crecen tan lentamente que los frutos rojos y amarillos y las flores cuelgan del árbol al mismo tiempo.
Se trata de un arbusto o árbol de hoja perenne con una altura de crecimiento de 3 a 5 metros, raramente hasta 10 metros. La corteza es inicialmente roja oscura, más tarde marrón grisácea y agrietada en su superficie. Las ramas tienen hojas gruesas. Las hojas son de forma elíptica, pueden medir hasta unos 11 centímetros de largo y 4 centímetros de ancho y miden aproximadamente 1 cm de largo en su pedúnculo. Son de color verde oscuro en el haz y finamente aserradas en el borde.
La época de floración del madroño cae en los meses de octubre a diciembre, las flores son de color blanco a rosa claro y tienen forma de campana. Los frutos que se desarrollan a partir de las flores tienen una superficie verrugosa, son verdes al principio, se vuelven de color naranja a rojo con el aumento de la madurez, y luego parecen frutos de fresa; de ahí el nombre alemán de la planta: madroño. En el interior, los frutos son gelatinosos y de consistencia entre carnosa y harinosa. Lo mejor: sus frutos terrosos no sólo son un verdadero festín para la vista, sino que además se pueden comer. En el Mediterráneo, la fruta se utiliza para hacer Medronho, una bebida destilada de alto contenido alcohólico similar al aguardiente de frutas, aunque también se hace mermelada con los frutos. En Cerdeña, la miel de flores se conoce como “Amaro di Corbezzolo”.
¿Es comestible el fruto del madroño?
Arbutus unedo es un arbusto de hoja perenne o un árbol pequeño de la familia Ericaceae, originario de la región mediterránea y Europa occidental. Es conocido por sus frutos, que se parecen a la fresa, de ahí su nombre común de “madroño”[2], pero no está estrechamente emparentado con las fresas verdaderas del género Fragaria.
Su presencia en Irlanda también le ha valido el apodo de “madroño irlandés”, o cain, o cane apple (del nombre irlandés del árbol, caithne[3]), o a veces “madroño de Killarney”. El madroño es el árbol nacional de Italia por sus hojas verdes, sus flores blancas y sus bayas rojas, colores que recuerdan a la bandera italiana.
Un estudio publicado en 2001, en el que se analizó el ADN ribosómico de Arbutus y géneros afines, concluyó que Arbutus es parafilético, y que A. unedo está estrechamente emparentado con otras especies de la cuenca mediterránea, como A. andrachne y A. canariensis, y no con los miembros norteamericanos occidentales del género.
Arbutus unedo y A. andrachne se hibridan de forma natural donde sus áreas de distribución se solapan; el híbrido se ha denominado Arbutus × andrachnoides (syn. A. × hybrida, o A. andrachne × unedo), heredando rasgos de ambas especies parentales, aunque los frutos no suelen nacer libremente, y como híbrido es poco probable que se reproduzca a partir de semillas.