Calcio para césped y plantas de jardín
¿Debo añadir calcio a mi jardín?
El calcio es uno de los macronutrientes secundarios del suelo. Aunque no se requiere en las cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio, el calcio es crucial para el crecimiento de las plantas y las hace menos susceptibles a enfermedades y plagas.
¿Qué abono tiene un alto contenido en calcio?
El abono a base de nitrato de calcio suele ser la opción preferida para producir hortalizas más grandes, plantas fuertes y un crecimiento más rápido. Este aditivo foliar o para el suelo puede dar un empujón a tus plantas y hacerlas más productivas, al tiempo que previene algunos de los problemas vegetales más comunes, como la podredumbre de la flor y la mancha de óxido.
Calcio orgánico para plantas
La principal razón por la que queremos utilizar cáscaras de huevo en el jardín es su contenido en calcio por sus efectos beneficiosos para las plantas. El calcio es un macronutriente que interviene en la formación de las paredes de las células vegetales y un poco más de calcio las hará más fuertes y gruesas. Eso significa que serán más resistentes a los ataques. Es especialmente útil para los tomates y los pimientos, ya que su presencia en la planta en niveles adecuados ayuda a prevenir la podredumbre de la flor.
La cáscara de huevo contiene aproximadamente un 40% de calcio, en forma de carbonato cálcico fácilmente accesible. Además de calcio, las cáscaras de huevo también contienen proteínas y pequeñas cantidades de otros minerales, como estroncio, flúor, magnesio y selenio.
El vinagre es una forma estupenda de extraer minerales de muchas sustancias y el líquido resultante es estable durante mucho tiempo. Eso significa que puedes guardarlo en un lugar fresco y oscuro para utilizarlo más tarde. Es perfecto para extraer calcio porque el ácido del vinagre rompe los enlaces del calcio. El calcio también es soluble en agua, pero el proceso de extracción (normalmente hervir y dejar reposar la infusión) no es tan rápido ni tan completo.
Cal dolomítica más magnesio
Muchos de nosotros tenemos algunos trucos que hemos desarrollado para cultivar un gran jardín. Uno de ellos es poner una cucharada de sal de Epsom en cada hoyo al plantar tomates. Algunos jardineros juran que previene la podredumbre de la flor.
Evite el exceso de fertilización, especialmente con abonos amoniacales nitrogenados (nitrato de amonio y la mayoría de los fertilizantes completos como el 10-10-10). El amonio compite con el calcio por la absorción. El nitrato de calcio es una mejor opción.
Las vides deben estar verdes pero no frondosas. Las vides frondosas son más propensas a sufrir podredumbre, ya que las hojas en crecimiento activo toman el calcio de la vid antes de que lo obtengan los frutos. Como norma general, no aplique abono lateral a una vid hasta que hayan cuajado sus primeros frutos. Pellizque los chupones.
Los aerosoles de calcio pueden ayudar (o no). Mezcle 4 cucharadas de nitrato de calcio por galón de agua. Pulverice los frutos, no las hojas, dos o tres veces por semana. El momento clave es cuando los tomates son del tamaño de una moneda de diez centavos o más pequeños.
Yeso en polvo cálcico
¿Es necesario el calcio en la tierra del jardín? ¿No es lo que fortalece los dientes y los huesos? Sí, y también es esencial para los “huesos” de las plantas: las paredes celulares. Al igual que las personas y los animales, ¿pueden las plantas sufrir carencias de calcio? Los expertos en plantas dicen que sí, que el calcio es necesario en la tierra del jardín.
Un buen suelo y el calcio están relacionados. Al igual que necesitamos líquidos para transportar los nutrientes por el cuerpo, el agua es necesaria para transportar el calcio. Muy poca agua equivale a una planta con carencia de calcio. Si el agua es suficiente y sigue habiendo problemas, es hora de preguntarse cómo aumentar el calcio en el suelo. En primer lugar, ¿por qué es necesario el calcio en el suelo del jardín?
Hay muchos minerales esenciales en el suelo, y el calcio es uno de ellos. No sólo es necesario para construir paredes celulares fuertes que mantengan erguida a la planta, sino que proporciona transporte a otros minerales. También puede contrarrestar las sales alcalinas y los ácidos orgánicos. Cuando añades calcio al suelo, es como darle a tu jardín una píldora de vitaminas.
Una planta con carencia de calcio destaca por su crecimiento atrofiado en hojas y tejidos nuevos. Pueden aparecer manchas marrones en los bordes y crecer hacia el centro de las hojas. La podredumbre de la flor en tomates y pimientos, el corazón negro en el apio y la quemadura interna de la punta en las coles son señales de que hay que añadir calcio al suelo.